En el año 1256 se fecha la fundación cristiana de la Villa de Alcoy, y a partir de 1305 tuvo su primer ensanche urbano o arrabal que en el siglo XIV se denominó Pobla Nova de Sant Jordi o Vilanova d’Alcoi.
El Raval Vell quedó defendido por una muralla y varias torres, de las que se han conservado los restos de las denominadas Torre de l’Andana (en la Placeta de les Xiques), Torre de N’Aiça y Torre-portal de Riquer, que era al mismo tiempo la puerta de acceso a la población por el antiguo camino de Castilla o de Madrid.
A inicios del siglo XVIII, con ocasión de la Guerra de Sucesión, se construyó un baluarte junto a la Torre de N’Aiça. Años más tarde, las torres se adaptaron para viviendas y sobre la muralla de la calle de la Puríssima se abrió una puerta más amplia –denominada Arc de Sant Roc–, para permitir el acceso de carruajes a través de la calle de Sant Roc.
El Raval Vell quedó defendido por una muralla y varias torres, de las que se han conservado los restos de las denominadas Torre de l’Andana (en la Placeta de les Xiques), Torre de N’Aiça y Torre-portal de Riquer, que era al mismo tiempo la puerta de acceso a la población por el antiguo camino de Castilla o de Madrid.
A inicios del siglo XVIII, con ocasión de la Guerra de Sucesión, se construyó un baluarte junto a la Torre de N’Aiça. Años más tarde, las torres se adaptaron para viviendas y sobre la muralla de la calle de la Puríssima se abrió una puerta más amplia –denominada Arc de Sant Roc–, para permitir el acceso de carruajes a través de la calle de Sant Roc.
A diferencia de otras poblaciones, Alcoy no dispuso de morería, ya que la carta puebla de 1255 no permitía el establecimiento de esta población en la villa. Los escasos restos de las murallas pueden apreciarse en las calles San Jaime, Agost, Barbacana, Fraga y en la plaza de les Xiques. La urbe medieval contaba, además, con cinco puertas: la de la Plaza, que conducía a la huerta y, por el barranco del Cinc, a Agres y Bocairente, la del Castell, la de Penàguila, el portal de Sant Agustí, denominado así a partir de 1338, y el portal del Mirador. Las rehabilitadas torres de Na Valora, Riquer y de n’Aiça y la porta del Castell son los restos que mejor se han conservado del primitivo recinto amurallado.
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